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Julio 25, 2010
Por: Martha Colmenares
Categoría: Capit. Glob. Com., Opinión
El
comunismo ha sido la maquinaria más eficiente para destruir las
Sociedades. La recuperación de esa fatal plaga se puede predecir
respondiendo dos preguntas: ¿Cuánto tiempo estuvo un país bajo tal yugo,
y qué tan fuerte era su Sociedad Civil antes de que lo subyugaran?
Ultraprosperidad
Por Ricardo Valenzuela
Santayana afirmaba que aquellos que no aprenden de la Historia, están
condenados a repetir los mismos errores. Yo pienso que la lección más
importante de la historia moderna, la hemos recibido de tres eventos
conformados recientemente: 1) Los fracasos del comunismo en la Unión
Soviética. 2) El fracaso del modelo Neo Confucianismo en el este de
Asia. 3) El resurgimiento de las economías en el mundo de habla inglesa,
particularmente en los EU y en Inglaterra, para luego caer de nuevo
victimas del estatismo que en estos momentos las postran de rodillas,
precisamente por no aprender de la historia.
Esas experiencias nos permiten entender las raíces culturales del
nuevo fenómeno que iniciara en los años 80 bautizado como "ultra
prosperidad.” Ultra prosperidad se ha definido como la habilidad de una
economía para generar un crecimiento a largo plazo por encima de las
normas históricas. Un crecimiento no inflacionario de la mano con una
creación de riqueza a niveles record, en un estado de pleno empleo
elevando los niveles de vida de la población.
Bajo los estándares de este concepto, el crecimiento experimentado
por los EU durante los años 80 y 90 no ha sido un hecho excepcional,
sino la conformación de una norma que, a pesar de sus problemas
actuales, se espera tome de nuevo su paso para continuar durante todo el
Siglo XXI en el que se proyecta su PIB, al final de la segunda década,
se ubique cercano a los 30 Trillones de dólares. Hay varias
explicaciones para este fenómeno. Todas ellas asumen un Dow de 30,000
para finales de la próxima década, y algunas van hasta predecir un Dow
de 250,000 para mediados del siglo.
Estas lecciones nos han enseñado algo muy importante, la relación
entre prosperidad y sociedad civil. Una Sociedad Civil es aquella en la
cual la gente tiene dos elementos fundamentales; libertad y las
herramientas para formar asociaciones—compañías, clubes, sociedades,
empresas y redes informales—que después actúan como un gran sistema
intercomunicado y autorganizado para resolver las necesidades de la
comunidad. Los gobiernos en las Sociedades Civiles exitosas, han servido
solo como proveedores de la estructura que alguien ha llamado el
guardián de funciones—un justo e imparcial adjudicador, mantenedor de la
paz, el centinela de la paz interna y externa.
Las Sociedades Civiles se desarrollan gradualmente, no se encuentran
en estado natural. Los países con sociedades civiles defectuosas o que
no las tienen, se dividen en dos tipos. Los primeros son aquellos en los
que la sociedad es un tejido de complicidades entre el estado y ciertos
miembros de la familia política, un exclusivo club de saqueadores. Los
menos comunes son aquellos en los que sociedades civiles existieron,
pero fueron destruidas por algún Estado opresivo. Durante el Siglo
pasado fuimos testigos de cómo ideologías opresivas crearon maquinarias
gubernamentales para destruir las sociedades. Las monarquías nunca las
permitieron, las dictaduras las asesinaron.
Las experiencias la ex Unión Soviética y el este de Asia, han
reforzado la importancia de la Sociedad Civil en el camino hacia la
prosperidad de las naciones. El comunismo ha sido la maquinaria más
eficiente para destruir las Sociedades. La recuperación de esa fatal
plaga se puede predecir respondiendo dos preguntas:
¿Cuánto tiempo estuvo un país bajo tal yugo, y qué tan fuerte era su
Sociedad Civil antes de que lo subyugaran? Países como Polonia, Hungría,
Estonia que tenían Sociedades fuertes antes del comunismo y fueron
subyugadas después de la segunda guerra mundial, son las que mejor se
han recuperado. Aquellas con antecedentes de opresión más largos y
antiguos como Rusia y sus diferentes regiones, tienen graves
dificultades. Las regiones que tenían sociedades casi monárquicas como
Albania y Asia Central, permanecen al final de la lista. Insurrecciones,
corrupción, ausencia de la ley y sociedades civiles putrefactas, hacen
imposible la construcción de países desarrollados.
El este de Asia es una historia diferente pero con los mismos
resultados. Los países exitosos de Asia siempre tuvieron economías de
mercado pero con sociedades sumamente débiles. Los negocios se basaron
en relaciones familiares o gubernamentales y los que no pertenecieran a
esos círculos, siempre corrieron riesgos muy anormales al tratar de
participar. Ese tipo de sociedad prospera por algún tiempo, sobre todo
si tienen ética de trabajo y responsabilidad. Los tigres se convirtieron
en expertos copiadores de proyectos para repetirlos más baratos, más
eficientes, con el apoyo y capitalización gubernamental. Pero siempre
les llega la hora de la factura y la tienen que pagar.
Finalmente, el modelo neo confuciano—lealtad familiar,
proteccionismo, supresión del individualismo, ética de trabajo, ayuda
estatal—tuvieron que enfrentar las furias de los mercados libres
agigantados por las verdaderas sociedades civiles a nivel mundial,
provocando el derretimiento del milagro asiático y un tapabocas para
todos aquellos profetas del Apocalipsis que, durante los 80s, hicieron
casi una religión con sus predicciones del declive de los EU ante Japón.
Ello fue una situación similar a la que vive China en estos momentos,
economías a base de esteroides gubernamentales.
Sin embargo, países como Hong Kong y Singapur, antiguas colonias
inglesas que heredaron su sistema legal y los verdaderos mercados
libres, fueron protegidas por sus blindajes Anglo Confucianos contra ese
neo confusionismo, y han seguido marcando la pauta de la prosperidad
mundial creciendo aun más libres. Son las ciudades inteligentes del
futuro. Por los mismos motivos pensamos los EU retornarán a la ruta de
la sanidad después de Obama y años de estatismo iniciados con el New
Deal.
Ahora ¿este análisis deja a México y América Latina sin respuesta? En
México nunca ha existido una Sociedad Civil madura y robusta. La
concentración de poder en la época de la colonia no permitió su
formación. Al lograr nuestra independencia no tuvimos paz, después
Porfirio Diaz la suprimió, la revolución la remató, hasta que el gran
invento revolucionario; el PRI, la moldeara como la borregada.
En esos momentos, el PRI asumió el papel de Luis XVI, el Rey sol de
Francia, concentrando el poder para impedir el desarrollo de la Sociedad
Civil. Fue en esa época cuando Calles le dio vida a la Cosa Nostra
mexicana. Mediante los tentáculos de "La organización revolucionaria,”
se dieron a controlar obreros, campesinos, burócratas, profesionistas,
partidos políticos, iglesias e infinidad de "organizaciones
empresariales”.
En estos momentos México es un potaje de lo peor analizado; un país
sin instituciones, sin una verdadera sociedad civil, sin un sistema
legislativo apropiado, con una economía todavía controlada por la
familia, con una incipiente democracia que nadie sabe qué hacer con
ella, con una gran corrupción que lo destroza.
Ahí es donde debe estar la lucha de un gobierno responsable: La
conformación de ese potaje que provoca la buscada Ultra Prosperidad—una
sociedad civil vigorosa destetada del gobierno, del brazo de la economía
libre, todo envuelto en un estado de derecho con las leyes apropiadas
para que no se convierta en lo que debe combatir.
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