
Se espera que unas 200.000 personas se desplacen a
Santiago de Compostela y unas 400.000 a Barcelona, lo que conlleva un
enorme y costoso dispositivo de seguridad por parte de la policía.
Santiago de Compostela. España aplicaba este sábado intensas
medidas de seguridad al inicio de una visita del Papa Benedicto XVI a
Santiago de Compostela y Barcelona, en una gira relámpago del líder
católico que ha movilizado tanto a fieles como a críticos en el país.
Se espera que unas 200.000 personas se desplacen a
Santiago de Compostela y unas 400.000 a Barcelona, lo que conlleva un
enorme y costoso dispositivo de seguridad por parte de la policía,
además de la colaboración de unos 1.000 voluntarios.
Los preparativos tuvieron que modificarse respecto al
plan original, debido al extravío hace un mes de documentación de la
policía sobre el plan de seguridad, según altos funcionarios.
Benedicto XVI comenzará su breve gira en Santiago de
Compostela. Su paso por la capital gallega incluirá encuentros con los
príncipes de Asturias y cardenales españoles, así como una visita a la
catedral antes de celebrar una misa frente al templo, en la plaza del
Obradoiro.
Después partirá a Barcelona, donde el domingo
consagrará la famosa catedral de la Sagrada Familia, proyectada por
Gaudí y que lleva en construcción desde 1882.
El Papa también se reunirá con los reyes, miembros del
clero y organizaciones de caridad.
Durante la semana, tanto en Barcelona como en Santiago
se realizaron protestas bajo el lema "Yo no te espero".
Las mayores críticas a la llegada del Papa apuntan a
los enormes gastos generados por los preparativos, los escándalos de
abusos de menores ligados a la Iglesia y la postura del Pontífice sobre
temas como el uso de preservativos, el matrimonio homosexual o el
aborto.
En Barcelona hubo una convocatoria a una manifestación
pacífica de parejas homosexuales, que se besarán al paso de la comitiva
del Vaticano.
El gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero tomó
algunas medidas - sobre derechos de aborto y homosexualidad - que
provocaron severas críticas de la Iglesia, aunque actualmente la
relación de Madrid con la Santa Sede se ha suavizado gracias a pasos
como el asilo de presos políticos cubanos.
En España no se han producido grandes escándalos de
abuso de menores por parte de sacerdotes como en otros países europeos,
aunque sí aparecieron en los medios algunas denuncias aisladas. El mes
pasado, el arzobispado de Valencia retiró de sus funciones a un
sacerdote sospechoso de abuso de menores.
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