Un operario fue golpeado por dos chicos ebrios y sin
bañador en Moncloa. Otro fue agredido en San Blas por evitar que un
grupo se colase

La oleada de amenazas, insultos y ataques a empleados de
piscinas municipales este verano suma y sigue. Los causantes son
usuarios que vulneran las normas; no pagan entrada; pretenden usar las
instalaciones a su libre albedrío; se bañan con ropa; provocan destrozos
y roban a usuarios y personal. Las llamadas de atención por parte del
personal de las instalaciones acaban de forma violenta.
Este verano está siendo especialmente conflictivo para
los operarios del sur y sureste de la capital, muchos de los cuales
trabajan en un clima constante de inseguridad, presión y tensión. A los
18 ataques violentos constados en lo que va de temporada, como informó
ABC, cabe sumar otros dos producidos el pasado fin de semana, según
denunció ayer UGT. Casi el doble que el verano pasado, que acabó con 12.
La primera agresión tuvo por escenario la piscina de
Francos Rodríguez (Moncloa-Aravaca). Ocurrió a la 13.30 y los autores
fueron un grupo de dominicanos. Unos cuantos pagaron su entrada en la
taquilla y se encontraron con dos amigos que llegaron en una moto. Estos
iban ebrios y se guardaron una botella de whisky en la mochila, aseguró
el delegado sindical de UGT, Jerónimo Torres Lozano.
El encargado de la puerta, que se percató de lo sucedido,
les preguntó si llevaban traje de baño. «No. No tenemos. Pero lo tienen
unos compañeros dentro». En vista de ello, y de su estado, el
trabajador les indicó de buenas maneras que no podían entrar así en las
instalaciones y menos aún borrachos por el riesgo que suponía, al tener
sus capacidades disminuidas. Como respuesta empezaron a increparle y
amenazarle. Con ayuda de un compañero procedieron a cerrar la puerta de
acceso, momento en que el encargado fue golpeado violentamente con el
casco de la moto, mientras era objeto de empujones y más improperios.
Antes de marcharse a la carrera le dieron un puñetazo en el cuello
por las rejas de la puerta y lanzaron una botella de cristal vacía
dentro del recinto. Los operarios avisaron de inmediato a la Policía,
pero cuando está llegó ya se habían ido.
La víctima, que sufrió un hematoma en la mano y erosiones
en el cuello, denunció los hechos en comisaría, indicaron las mismas
fuentes. «Es de los pocos que se atreve; la mayoría tiene miedo porque
temen represalias al encontrarse con sus agresores en la piscina un día
sí y otro también», indican las mismas fuentes. Se de la circunstancia
de que las instalaciones de Francos Rodríguez no tienen vigilante de
seguridad en el turno de mañana como suelen tener este tipo de recintos.
El segundo suceso tuvo por escenario el distrito de San
Blas y la piscina municipal del mismo nombre. En este caso la víctima
fue una trabajadora que estaba validando las entradas y los agresores,
un nutrido grupo de etnia gitana integrado por adultos y niños. La mujer
les indicó que había menos tiques que personas, a lo que se sucedieron
los insultos, empujones y golpes. El resultado fue dos hematomas en
cadera y hombro. Esta empleada está de baja y también ha denunciado. «En
esta piscina varios dominicanos trataron de agredir al vigilante con un
cuchillo del restaurante».
Ante este tipo de hechos, los empleados de las
instalaciones han mostrado su indignación y exigen medidas por parte del
Ayuntamiento. «Nosotros somos los que tenemos que dar la cara y cuando
llega la Policía ya te han dado el puñetazo», indicó. «No ocurren más
cosas porque el personal evita los conflictos para no llegar al
enfrentamiento», subrayó Jerónimo Torres (UGT), que trabaja como
socorrista. «No podemos trabajar en esas condiciones. No estamos para
atajar esos conflictos».
Los autores de los conflictos son mayoritariamente
personas de etnia gitana, junto a españoles conflictivos y algunos
inmigrantes. «El cierre de muchas instalaciones por obras ha influido en
algunas zonas como en la de Vallecas o Moratalaz al llegar usuarios de
Entrevías, El Ruedo y Valdemingómez», agregó Maribel Vidal, responsable
de Salud Laboral de CC.OO. «Eso y la falta de respeto y de educación
generalizada».
«Compete a las piscinas»
Los sindicatos acusan al Ayuntamiento de no garantizar la
seguridad y piden que se implante el derecho de admisión y sanciones,
junto a más presencia policial. La presencia de ésta está prevista en el
Plan Verano, y ahora se ha intensificado, con especial incidencia en
los recintos más conflictivos. Fuentes municipales afirman que la
seguridad privada es competencia de las instalaciones. «Son contratos
anuales y no se pueden modificar de un día para otro». http://www.abc.es/20100810/madrid/otros-ataques-piscinas-publicas-20100810.html
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