Eran cinco y trabajaron en 10 empresas, pese a los antecedentes de alguno de ellos
No tenían desperdicio. Los encargados de
desempeñar funciones de seguridad eran un dechado de virtudes. Para
empezar, no tenían la titulación adecuada para ejercer esa actividad,
además de que algunos de ellos tenían antecedentes policiales y hasta
penales. A pesar de ello, y falsificando todos los documentos exigidos,
trabajaron en una decena de empresas de seguridad de todo el país como
vigilantes de seguridad. Eran cinco y han sido detenidos.
La investigación llevada a cabo por la Policía Nacional
comenzó a primeros de este año, en el ámbito del control del entorno del
personal y empresas de seguridad privada, ante las sospechas de que un
grupo de personas podría estar ejerciendo funciones propias del sector
sin la habilitación legal para dicha tarea. Entre los cometidos a
desempeñar se encuentran los de escoltas, detectives privados, guardas
de campo...
Así era. Los recelos de los agentes no eran infundados y
las indagaciones de la Unidad Central de Seguridad Privada de la
Comisaría General de Seguridad Ciudadana dieron sus frutos.
Así, averiguaron que, mediante la utilización de
documentos manipulados, al menos cinco personas habían ejercido como
vigilantes de seguridad, sin habilitación legal en un total de diez
empresas de ámbito nacional.
A los falsos vigilantes —cuatro hombres y una mujer de
entre 25 y 57 años de edad— se les incautaron titulaciones y carnés
fraudulentos de diversa naturaleza, entre ellos tarjetas de identidad
profesional (TIP) de vigilante de seguridad y de escolta privado,
títulos de graduado en ESO, certificaciones expedidas por organismos
públicos o diplomas.
El cabecilla fue detenido en Madrid, mientras que en el
registro domiciliario en Toledo de uno de los arrestados, los agentes
hallaron una máquina troqueladora de matrículas. El análisis realizado
por la Comisaría General de Policía Científica ha permitido esclarecer,
por el momento, la sustracción de un vehículo de alta gama en Madrid,
cuyo robo fue denunciado en el distrito de Ciudad Lineal y que fue
recuperado en Leganés. Al citado automóvil le colocaron placas
«dobladas», confeccionadas con dicha troqueladora.
Intrusismo
Ahora los agentes se centran en
determinar si, además de los delitos de falsedad documental que se les
imputa, los «falsos vigilantes» o alguno de ellos pudiera estar
relacionados con delitos cometidos por bandas de «aluniceros», al igual
que el vehículo sustraído, supuestamente utilizado para tal fin.
No es la primera vez que ocurre un caso así. El
intrusismo en el ámbito de la seguridad privada que comenzó en las
discotecas se ha ido extendiendo, poco a poco, a otros campos
profesionales.
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